De pronto tú, y yo me siento a salvo.
De pronto yo, y tu mirada se quita años.
De pronto aquí, en vez de enfrente, me siento a tu lado.
De pronto hoy, ya celebramos el primer otoño.
Al brindar por esta vez, y por todas las que quedan.
Con las lágrimas que ayer fueron nuestra condena.
Y escapar juntos de aquí, juntos de la mano, dando un salto y sentir la libertad y el valor de elegir regalarte mi vida.
Y correr juntos al fin, juntos de la mano, sólo deseo de ti ser tu mitad en esto de vivir el resto de mis días.
De pronto tú, y mi reloj vuelve a marcar el tiempo.
De pronto yo, y tú tan guapo que no sabes verlo.
De pronto aquí, y suenan bien hasta nuestros silencios.
De pronto hoy, ya nos reímos de aquel primer beso.
Y besar cada despertar de todas tus maneras que me quieras regalar.
Hacer de tu nombre una de esas palabras con ese valor que es sentido.
Viviremos las sonrisas que nos pida el destino.
Todavía rondan los versos en mi cabeza desde el British Museum: una de tantas canciones que la Oreja de Van Gogh escribió para mí.
1 dicen:
Churri, estoy muriendome de amor. Gracias por esta poesía tan bonita. Nunca antes me habían dicho algo con tanto valor, sentido y sinceridad. Te quiero
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