sábado, 4 de octubre de 2008

guardo un tesoro



¡Qué pena no ser ave de paso!

Qué lento es ser ciprés viviendo erguido al cielo
Y saber que todo en este mundo necesita su tiempo

¡Qué pena no ser ave de paso!
Ni proa que acuchilla siete mares
O relumbre del zarcillo de media muchacha
Que descalza baila por los parques

Busco en el ruido de las plazas
Busco en las calles de ciudades que ya no conozco
Busco en el aroma de mujeres que pasan
A sus cosas, A su lucha,
A la tarea que les toca

Guardo una tarde de sol por si hace falta
Ese es un tesoro que nadie podrá arrebatarme

Guardo la mirada risueña de alguna muchacha
Guardo en el bolsillo el color de la piel de una naranja

Mejor pluma del ala de un perro
Que pasar los días esperando
Ahumar el avispero de la mente,
que se disperse en la desidia con sus sombras

Qué pena no ser arrecife sobre barra de corales
Flor de agua
Que reluce y baila en los estanque

Te busco entre la gente de las plazas
Te busco en las calles de ciudades que ya no recuerdas
Te busco en el perfume de mujeres que pasan,
en los silencios que crecen cuando ellas no hablan

Te guardo una tarde de sol por si la quieres
Ese es un tesoro que nadie podrá arrebatarte
Te guardo una mirada risueña que nada pretende
Te guardo en un bolsillo el calor de mi piel por si vinieses

1 dicen:

Marieta dijo...

A ver si vienes al pueblo que ya no conoces!

Un besito!!