martes, 12 de junio de 2007

Estudiando Traducción Jurídica

Me autocontrato sin saber si los gabachos hacen operaciones de iniciados o se lo auto también

Mi desviada atención va vers todas esas cosas que podría hacer en este mismo instante y me gustaría hacer

¿Precisamente ahora?


De repente sólo pienso en aquella luisant luciérnaga, atrayente como ella sola, postrada en el resquicio de la cocina de estar que me invitó en exclusiva a descubrir su guarida....

Me pregunto si esta noche te volveré a ver. ¡Qué cosas! Ni siquiera me acordaré. Resulta casi sobrenatural esa luz y más si pienso el motivo: atraer al macho, la procréation.

De rama en rama y salto porque me toca: no es por crear vida dans mon cas-là, aunque sí la doy. Hay quien lo llama vice.


Por fin descubrí el motivo por el qué brillar, seducir, aunque no lo pueda poner en palabras, niego el simple vicio (término reservado para dementes)

Te entiendo: es una contradicción anunciarte que “ese entusiasmo tuyo me es vano”, sólo puedo catalogarlo de bello aunque comprendo perfectamente que forma parte de la belleza de la vida, rien d'autre.
.
.