Hay quien piensa que ir al teatro sólo sirve para estar calentito en invierno y fresquito en verano, igual que los pensionarios sevillanos que se pasan el verano dando vueltas en bús por la ciudad sólo por el aire acondicionado.
Si bien no te produce ni frío ni calor una obra de arte, no es arte. Pues aquí, el Paraninfo se conserva frío en invierno, por lo que ya causa un efecto... como el anterior espectáculo que fui a ver, le echaba la culpa a mi acompañante para que no lo hiciera ella antes, pero sí me provocó un estímulo: me gustaría retomar el piano y el violín. Han pasado casi dos semanas, pero eso me quedó.
La obra de hoy ha sido muy triste... no he podido compartirla con nadie, y por eso he salido más triste aún. "Rebeldías Posibles", llena de humor, momentos críticos, buenos diálogos, brillante actuación... la he vivido metido entre una muchedumbre, pero muy solo.
Estímulos: quiero la excomunión del vaticano, quiero reclamar todas las facturas de teléfono, quiero quejarme a la propietaria del piso por el frío inmenso que ha llegado seguido del bochorno veraniego, quiero comer hasta explotar, que nadie se meta en mis pensamientos y mi forma de ver el mundo... parece que todavía queda gente así.